Era alegre, calvo y usaba gafas. Había días que quería estar sólo y otros que le gustaba hablar conmigo. Le gustaban los animales, el cocido y el dinero.
Me contaba muchas anécdotas de mis tíos y mi madre cuando eran pequeños, de las novias y de cuando hizo la mili.
Las anécdotas que más me gustaron fueron las travesuras que hacía mi madre. La que más gracia me hizo fue que le cambio la comida por una tabla de madera
No hay comentarios:
Publicar un comentario